El equipo de la ya desintegrada sonda Cassini asegura que aún "hay carreras enteras por emprender" en el análisis de sus datos.
En el marco de una conferencia de la Sociedad Astronómica Estadounidense, celebrada en Provo (Utah, EE.UU.), la NASA reveló nuevos resultados del análisis de datos transmitidos por la sonda Cassini justo antes de finalizar sus dos décadas de misión espacial y desintegrarse en la atmósfera de Saturno.
"A la 'nariz' electrónica de Cassini le tocó encontrar numerosas sorpresas al olisquear gases en un espacio nunca antes explorado, entre el planeta y sus anillos", señaló la NASA en un comunicado.
En particular, los más recientes datos muestran que la composición de las moléculas de los anillos de Saturno es mucho más compleja de lo que se pensaba.
En lugar de detectar sólo agua -lo que constituye gran parte de los anillos, según ya se sabía-, los investigadores determinaron la presencia de moléculas de metano en estado volátil.
También se creía que los bordes exteriores del anillo A, el más exterior de Saturno, estaban delimitados por la atracción gravitatoria de la luna Janus. No obstante, Cassini capturó imágenes en alta resolución de "intrincadas ondas en los anillos, junto con determinaciones precisas de la masa de los satélites de Saturno", lo que permitió comprobar que siete de las lunas del planeta -Pan, Atlas, Prometeo, Pandora, Janus, Epimeteo y Mimas- son responsables por mantener el anillo A en su lugar.
Además, según informó el equipo de Cassini, la nave espacial proporcionó nuevos detalles sobre una característica de los anillos conocida como hélices.
En número de seis, esas hélices -Blériot, Earhart, Santos-Dumont, Sikorsky, Post y Quimby- son estelas creadas por diminutas lunas invisibles, y se parecen mucho a los planetas que se forman alrededor de estrellas jóvenes, aseguran los científicos de la NASA. Los investigadores afirman que siguen trabajando para conocer más detales.
En el futuro, el equipo de Cassini espera comprender mejor la duración del día de Saturno, y determinar si el campo magnético del planeta tiene una inclinación detectable.
Los datos finales también podrían proporcionar información sobre la edad y el origen de sus anillos.
"Hay carreras enteras por emprender en el análisis de datos de Cassini", afirmó Linda Spilker, científica del proyecto en el Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA, en Pasadena (California, EE.UU.). "En cierto sentido, el trabajo sólo empieza", añadió.
La sonda espacial Cassini se desintegró en la atmósfera de Saturno el 15 de septiembre. En su vuelo de despedida logró transmitir una serie de últimos datos y fotografías del planeta, tras suministrar en 13 años de actividad más de medio millón de imágenes.
Comentarios
Publicar un comentario